PAULA
- Ciara Giannetti
- 1 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Yo si recuerdo la primera vez que te ví.
Eras tan pequeña y gordita, con esa marca en la frente que yo no entendía por qué estaba ahí; sin embargo, no me caías bien, a pesar de que fui yo quien te puso tu nombre. Llegaste para quitarme mi sitio, porque hasta el momento yo era la única en todo.
Pero hoy puedo asegurarte, con toda la certeza de este mundo y del resto de ellos, que eres lo más importante de mi vida; por encima de todo y de todos, a pesar de la distancia y nuestras peleas por un jersey.
Que yo, al igual que tú, lloro si lloras, y soy feliz, únicamente si tú también lo eres.
Que son solo un par de kilómetros, y cuando me vuelvas a tener cerca querrás que vuelva a irme. Porque yo, al igual que tú, siempre quiero las cosas que pierdo, pero no pienso permitirme perder las cosas que quiero.
Por eso y por todo, te pido que entiendas que no siempre podemos solos con todo. A veces necesitamos de aquellos que nos necesitan; así que ayúdales a no tener que necesitarse más que a ellos mismos.
Porque yo, al igual que tú, escribo solo si tú escribes; y en eso siempre has sabido superarme, así que sigue haciéndolo, para que no me quede más remedio que rendirme a las letras.
Porque tú, al igual que yo, sabes que el tiempo solo lo marca un reloj y los meses están escritos sobre un trozo de papel llamado “calendario”. De nosotros depende que nos importe si el reloj va más rápido o más despacio, y que queramos que las hojas de ese calendario nos importen o pasen tan rápido que ni nos demos cuenta.
Porque yo, al igual que tú, te necesito más que a nada en el mundo.

Kommentare